jueves, 3 de octubre de 2013

Titulares de mediodía


Cuando dos tótems de la generación del medio siglo, con muchos años de quehacer poético entre las manos y los dientes, se reúnen en una sala cubierta de lluvia, el agua se transforma en luz. La Sala se llena de anécdotas y guiños y, por momentos, parece que estas toman vida y se suceden en los ojos de los asistentes. Algo así sucedía el lunes por la mañana en la Sala Orive, cuando Pablo García Baena se topaba con su antigua amiga Pilar Paz Pasamar para intercambiar historias de antaño en la presentación del libro de esta "Ave de mí, palabra fugitiva (Poesía 1951-2008)". El reencuentro no era entonces solo el de dos grandes amigos sino una confluencia de los que formaran parte de Cántico y Platero, porque se aludió a muchos de los autores congregados en torno a estas revistas y a lo no confesable también. 

Pilar Paz Pasamar junto a Pablo García Baena antes del acto. Fotografía de Lola Araque

Entre historias, fragmentos de conversaciones curiosas, sabias, casi a modo de titulares:

*
-Eras entonces una chiquilla preciosa. Ahora eres la dama de Cádiz.
-¡Y yo estoy al lado de un caballero andante!

**
Pilar: Qué no hubiera escrito Santa Teresa su hubiera conocido el mar...

***
Pablo: La humanidad entera es un gran poema.

****
Pilar: El don del poeta consiste en recoger el mundo, lo asombroso, lo que no tiene contestación (...). El don del poeta es recoger, vivir intensamente lo que lee.

Pilar Paz Pasamar y Pablo García Baena. Fotografía de Lola Araque

pálida señorita del paraguas

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