La provincia de Qinghai, conocida
como el tejado del mundo, es una tierra cercana al sol y la poesía. Las
emociones se entrelazan en un país insólito, cuya historia y realidad rezuman
ilusión y leyenda. Cualquier conjetura o sueño quedan desbordados por el
fascinante espectáculo de lo desconocido, siempre en el clímax de la tentación.
Difícilmente el viajero podrá olvidarse de las sensaciones y sonidos que, en
esta cúspide geográfica de bosques pétreos y lagos infinitos, sacuden el
corazón y el pensamiento. En esta tierra todas las emociones superan el límite
de lo ordinario. Cimas nevadas, vastas praderas y olas límpidas avivan la
inspiración creadora. Los antiguos templos de silencio insondable te harán
sentir que estás caminando en otro mundo. Y frente a esta soledad sagrada,
frente a la belleza serena de la vida pastoral, encontrarás el bullicio
incesante de miles de personas deambulando entre las piedras milenarias y el
rutilante espejo de la modernidad. En la provincia de Qinghai nacen el Yellow
River, el Yangze River y el Lancang River, recorriendo como grandes arterias
una región que es cuna de la música y la poesía, a la que me trasladé guiado
por la sabida mano de David López, interlocutor excepcional con quien compartí
los primeros días en la exótica Beijing, umbral obligado de esta singular
singladura.
El 8 de agosto
se inauguraba, en el Qinghai Meeting Center, el Cuarto Festival Internacional
de Poesía Lago de Qinghai. Algunos de los más importantes poetas de China y del
extranjero participaron en esta ceremonia de apertura donde se dieron cita
varios líderes políticos de la provincia de Qinghai, especialmente el ministro
Jidi Majia, Presidente asimismo del Festival, y algunos otros líderes de los
Ministerios de Estado. A continuación de esta ceremonia, algunos poetas
nacionales y extranjeros aportaron sus puntos de vista sobre la creación
individual y la repercusión social de la poesía. En nombre de la comunidad
hispanohablante tomaron la palabra Denisse Vega Farfán, proveniente de Perú, y
Manuel Gahete, de España.
El 9 de agosto
se celebraba la ceremonia de entrega del Premio Internacional de Poesía en la
Plaza de la Poesía de Lago Qinghai. Con el azul de las aguas como horizonte se
hacía entrega al poeta Adonis del “Antílope tibetano de oro”. Tras los
correspondientes discursos atendidos por una plétora de medios, ofreció un
magnífico concierto la Orquesta Sinfónica de la Compañía de Canto y Danza Nacional
de la Provincia de Qinghai, con el sugerente título “Mimar la imaginación”.
Posteriormente, los escritores asistentes firmamos en el Muro de la Poesía, rúbrica
que más tarde quedaría plasmada en piedra.
Durante los días 10 y 11 de agosto, los poetas fuimos invitados a visitar el Templo del Emperador de Jade, el Palacio de Nanhai, los Monasterios Taer y el Parque Geológico, a fin de empaparnos de todos los materiales que sustentan el espíritu de la poesía china. A veces, hemos tenido la sensación de escuchar el sonido de las herramientas de piedra de los antepasados esculpiendo grandes budas en la piel y el interior de las montañas. Un eco inmarcesible que evoca, en la memoria de los nuevos poetas, himnos ancestrales.
Durante los días 10 y 11 de agosto, los poetas fuimos invitados a visitar el Templo del Emperador de Jade, el Palacio de Nanhai, los Monasterios Taer y el Parque Geológico, a fin de empaparnos de todos los materiales que sustentan el espíritu de la poesía china. A veces, hemos tenido la sensación de escuchar el sonido de las herramientas de piedra de los antepasados esculpiendo grandes budas en la piel y el interior de las montañas. Un eco inmarcesible que evoca, en la memoria de los nuevos poetas, himnos ancestrales.
Seis grandes
recitales han configurado este cuarto Festival Internacional de Poesía del Lago
Qinghai: “El espíritu de la tierra sagrada", “La libre imaginación de la
naturaleza”, “La noche en el Highland”, “Romance de poesía y vino”, “Templo de
libros” y “Lírica de otoño”. En los diferentes escenarios (templos, plazas,
jardines y parques naturales de la provincia de Qinghai y su capital Xining),
la voz de los poetas, expresando emociones sublimes, cobraba una dimensión
inconmensurable. Poetas de Argelia, Argentina, Armenia, Austria, Bosnia
Herzegovina, Bulgaria, Canadá, Chad, Colombia, Croacia, Cuba, República Checa,
Egipto, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Haití, India, Indonesia, Israel,
Italia, Japón, Letonia, Lituania, Malta, México, Corea, Perú, Rumania, Rusia,
Arabia Saudita, Serbia, Singapur, Eslovaquia, Eslovenia, España, Siria, Estados
Unidos de América, Uzbekistán, Venezuela, Vietnam y China compartimos, a través
de la palabra y la mirada, con el mismo aliento solidario, la urgente necesidad
de la paz y la unión entre los pueblos.
En la noche
del 11 de agosto, un grandioso concierto de música, titulado "Poemas del ser
humano”, resonó en el espléndido espacio del Qinghai Grand Theater. Los más
prestigiosos cantantes de recitación de la Compañía de Canto y Danza Nacional de
la Provincia de Qinghai convirtieron los poemas, con sus fascinantes
modulaciones, en un conmovedor homenaje a la naturaleza y la poesía.
Manuel Gahete
Crónica elaborada para el Cosmoblog
No te pierdas el álbum de Facebook con algunas de las fotos del Festival
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